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Los impactos de la pandemia de covid-19 en el ambiente doméstico, escolar y en otros espacios sociales, además de construir barreras en el proceso de aprendizaje, generó un gran retroceso en la educación brasileña. En este primer semestre del 2022, la reanudación de las clases presenciales de las instituciones públicas y privadas de Educación Básica en todo el País dejó claro un escenario desafiante para la comunidad escolar: recuperar los contenidos no aprendidos y tratar con las secuelas psicosociales que afectaron no solamente a los alumnos, sino también a los profesores, una vez que la pandemia causó un alejamiento total o parcial del ambiente escolar de casi dos años.
En este período, estudiantes y docentes tuvieron que adaptarse a los accesos y canales remotos de enseñanza – como computadoras, notebooks, tabletas y celulares – o con las prácticas semipresenciales, ya que, en algunas instituciones, los materiales de estudios, conjuntamente con las instrucciones para la ejecución de los deberes, eran entregados impresos a los alumnos en la escuela, pero para que las tareas fuesen realizadas en casa. La unión de las dificultades al acceso a Internet, de la falta de ambiente estudiantil y apoyo educacional adecuado, de la falta de contacto presencial con los educadores, del desigual acceso a materiales de apoyo y de la no garantía alimentaria resultó en perjuicios de grandes proporciones en el desarrollo de los estudiantes de las escuelas públicas.
Un levantamiento hecho por la Fundación Getúlio Vargas (FGV) apuntó que la tasa de niños fuera del sistema escolar era del 1,39% en el 2019. En el 2020, este número disparó para 5,5%. El principal empeoramiento de este aspecto fue notado en los alumnos de cinco a nueve años, cuyo grupo de edad estaba bajo constante mejoría en los últimos 40 años. Según Marcelo Neri, economista e investigador de la FGV, el País retrocedió 15 años en la alfabetización de los niños durante la pandemia: “El hecho es que esta es una edad (de los cinco a los nueve años) decisiva en términos de educación, y andamos 15 años para atrás. Sin hablar del tiempo de escuela. Este deterioro fue mayor en los segmentos más pobres. En la región Norte del país, la disminución fue mucho mayor que en el Sur y Sudeste”, observó Neri.
Además de la evasión escolar y del empeoramiento en la alfabetización, varios indicadores presentan una disminución en el rendimiento de los alumnos en prácticamente todas las asignaturas y niveles de escolaridad. Un ejemplo es que, conforme los resultados del Sistema de Evaluación de Rendimiento Escolar del Estado de San Pablo (Saresp), divulgado por la Secretaría Estatal de la Educación (Seduc-SP) en marzo de este año, el 96,6% de los estudiantes de la enseñanza media de la red estatal concluyeron la escuela teniendo un desempeño por debajo del adecuado en matemática, en el 2021. La variación fue de -4,48% en comparación al 2019, la mayor disminución de la serie. Ya en lengua portuguesa, el 76% de los alumnos del estado fueron evaluados con conocimientos muy por debajo de lo ideal, el crecimiento (y empeoramiento) fue de 8,6 puntos porcentuales con relación al 2019, cuando el 67,4% de los alumnos del 3º grado de la enseñanza media recibieron el mismo modelo de evaluación.
Pensando en todo el impacto negativo que la pandemia provocó en la educación, la Asociación Nueva Escuela – organización de impacto social sin fines de lucro que trabaja para el fortalecimiento de profesores brasileños de la Educación Básica – desarrolló, con pleno apoyo del Instituto Chamex y de otros asociados, un proyecto que tiene como objetivo auxiliar a los educadores en la identificación de desfasajes y en la construcción de estrategias para recomponer, priorizar e impulsar habilidades y competencias esenciales en todas las etapas de la Educación Básica. La iniciativa ofrece soporte a los docentes de todo el País, por medio de reportajes, entrevistas y cursos gratuitos, capacitándolos para la reanudación de procesos fundamentales de aprendizaje, considerando – en especial – pilares como el desarrollo del habla, de la comunicación y de la interacción social de los niños.
La Recomposición de Aprendizaje es una emergente demanda educacional por involucrar acogimiento humanizado, adaptación curricular y de las prácticas pedagógicas, estrategias evaluativas, formación complementaria de los profesores y acceso a materiales didácticos adecuados. La combinación de estas y otras acciones, conforme lo que cada red de enseñanza considera esencial para su realidad, forma la recomposición de la cual el Instituto Chamex es patrocinador de la metodología con enfoque en la primera infancia. La principal finalidad es acelerar y mejorar el proceso del enseñar y del aprender, respetando los diferentes niveles educacionales en que cada alumno se encuentra, ya que el acceso a la educación fue desigual a lo largo de la pandemia.
Referencias
Sylvamo do Brasil Ltda
Rodovia SP 340, Km 171, Vila Champion, CEP 13840-970 - Mogi Guaçu - SP, Brasil.
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